Aún Despierto
Aquí les dejo un pequeño cuento que escribí hace un año. Este cuento es basado en un sueño que tuve. Claro, un poco exhajerados los hechos, pero en esencia eso fue lo que pasó. No soy un super narrador, pero aquí les va: ((Imagen robada de: http://www.sanfermin.com/baldwin/st-dormir1.jpg))
Aún Despierto
“los sueños me persiguen… aun despierto…”
William Flores
Lágrimas de luz. Espejos del pasado. Llanto de algún mundo lejano o quizás el reflejo de uno no tan imaginario. Entre tanta luz falsa añoro un poco de oscuridad verdadera.
Cierro los ojos. Y tranquilo; pienso....
Miro el reloj. Me levanto de un sobresalto. Debí haberme quedado dormido. No había tocado la fría cerámica cuando recordé que mi reloj todavía no estaba dando la hora exacta. Me levante de todas maneras con una sonrisa dibujada en mi rostro. Me llevo un tremendo susto cuando llego frente al baño, pero sólo era mi “otro yo” reflejado en el espejo situado junto a la puerta. Las noches frente a la PC, las pláticas nocturnas por teléfono o simplemente la compañía de la soledad y del silencio mientras pienso (bueno mejor dicho: divago), van dejando marcas en mi rostro. De todos los “yo” de el mundo paralelo de los inversos, el de junto a la puerta del baño es el que menos me gusta ver… Me despido con una mueca y entro al baño. Ahí dentro me encuentro otro yo no tan desagradable. Se puede decir que es mi mejor amigo de todos los “inversos”. Confieso que a veces siento que lo conozco desde siempre. Como si supiera lo que pienso, o como está mi ánimo. Cuando me ve llegar… me devuelve una sonrisa…
Voy tarde. Usualmente no me molestaría pero en este momento, esta situación no es algo que quepa en lo que puedo encasillar como “usualmente”. El aire acondicionado chilla como si estuviera punto de morir, cuando en realidad esta 10 metros bajo tierra desde hace tiempo. Notas de un sax matizan el viaje. Pienso que es una bonita tarde. Sonrío. ¡Algo me pasa! Es la segunda vez que lo hago en una tarde… me debo de estar volviendo loco… (Bueno, quiero decir: más loco)…
El chillido del embrague, después de haber puesto la reversa, me recuerda que debo decirle al mecánico que lo arregle. Aunque creo que es buen ejercicio para las piernas, es cansado tener que hacer esfuerzo de más, a la hora de conducir. La verdad, lo que me molesta es el sonido. Pero eso es lo de menos, Me doy cuenta que olvidé el celular en mi casa. Reprochándome el descuido me bajo del automóvil, recién lavado esa mañana. Miro el lugar. Siento que llegué al cielo. Al percatarme dónde estoy, un pequeño y súbito relámpago inquieta por un momento mi estómago. Siempre he pensado que unos de los momentos más ricos de la vida, es justo cuando estás a la expectativa de algo. Son los segundos antes de que te den tu nota final, es cuando alguien piensa como decirte algo, es la duda al sonar el teléfono. Es tener en tus manos un obsequio y empezar a abrirlo con ansia. Es ese cosquilleo y unos pequeños elefantes rosa saltando en tu estómago…
Ya no era mi wallpaper de la compu, ni la foto en la billetera. Sonreía a mi lado, mientras ambos comentábamos un hecho sin importancia pero divertido.
Después de un poco de rodeos empezó la proyección. Poco a poco las imágenes de la década de los 30 nos trasladaban hacia atrás… mientras nos mostraban, el porqué no todo lo negro es malo, y como a veces los presentimientos, son señales místicas de quien sabe donde pero que deberías escuchar. En la atmósfera de confidencialidad en que nos encontramos los dos, siento la necesidad de darme un pequeño estirón. Sin darme cuenta mi brazo izquierdo cae sobre un hombro que no es el mío. Aspiro un suave olor que me embriaga de sentimientos. ¡Está junto a mí! Y todavía no lo creo. Siento como si John Coffey (como café pero que se escribe diferente) me hubiera tocado y hubiera realizado un milagro inesperado. Ya no siento frío. Mi corazón palpita entusiasmado y no para de golpear. Ella me mira. ¿Qué más puedo pedir? Pero aun así me dejo llevar y poco a poco me acerco a su rostro. Antes de cerrar mis ojos veo los suyos abrirse de asombro, y justo un instante después siento como una fuerte cachetada es recibida por mi mejilla izquierda…
Abro los ojos… La oscuridad verdadera me abraza. Una fuerte resaca invade mis pensamientos. Poco a poco me ubico y pienso. Si Freud estuviera aquí, diría que es mi inconciente expresando sus miedos ocultos.
“Soñar: Representación fantástica de sucesos mientras se duerme.” No me gusta esa definición. Porque a veces los sueños saben más a realidad.
Lágrimas de Luz. Imágenes de mi presente. Representación de un sueño. De una realidad abstracta, la cual te acompaña en la soledad.
Cierro los ojos. Y tranquilo; sueño….
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MarioVega Alfaro
07/12/03 12:08am
“Al despertarnos del más profundo sueño, desgarramos la tela de araña de algún ensueño”
Edgar Allan Poe
“Y yo sigo soñando, soñándote, despierto…”
Isaac Felipe Azofeifa
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